Después de un verano caluroso y seco, cuando empiezan a caer las primeras lluvias, la tierra comienza a cubrirse de un manto verde precioso y aparecen las primeras flores, como el azafrán silvestre, al que también se le llama mensajero del otoño. Entre nubarrón y nubarrón, cuando el día aparece claro y soleado, es el momento oportuno para calzarse las botas, ponerse ropa cómoda, y con la mochila cargada de agua, fruta y un puñado de nueces y almendras, estamos preparados para disfrutar de un día campero en toda regla. Cuando recibo la llamada de mi padre, preguntándome si hacemos alguna ruta por la sierra, no le dejo ni terminar la frase. Me encanta ir con él, no conozco una persona que sienta tanto amor y disfrute tanto de la naturaleza. Desde pequeña, él siempre ha intentado transmitirme parte de esa pasión, enseñándome el nombre de flores, árboles, a escuchar en silencio el canto de los pájaros y observarlos, a probar los frutos que se pueden comer…Hace un par de semanas, decidimos hacer el Sendero de los Llanos del Berral, que se encuentra en Benamahoma, en el Parque Natural de la Sierra de Grazalema.
En mi mochila, como era de esperar, añadí un tentempié de más: unas sultanas de coco. Una compañera en el trabajo, me dio su receta infalible de cómo ella preparaba las sultanas, y decidí hacerlas por lo sencillas y rápidas que son de preparar. Evidentemente, llevaban mi toque personal debido al despiste que a veces me acompaña. Preparando los ingredientes, me di cuenta que me faltaban 25 g de coco rallado. Busqué y rebusqué por la alacena y me topé con unas nueces y almendras, así que, esos 25 g que me faltaban de coco los sustituí por 25 g de almendras y nueces troceadas. Debo decir, que el despiste mereció la pena, porque el sabor que le dieron a las sultanas fue delicioso! La receta rinde para 12 sultanas y en 3o minutos ya están listas.
Ingredientes
- 150 g de azúcar blanco
- 125 g de coco rallado
- 25 g de almendras y nueces troceadas (se pueden sustituir por coco rallado)
- 2 huevos L
- 3 gotas de pasta de vainilla
Elaboración
Modo Tradicional
Precalentamos el horno a 180ºC. Colocamos las cápsulas de papel en la bandeja de horno especial para muffins. Troceamos las almendras y las nueces y reservamos. En un bol, tamizamos el azúcar blanco y le añadimos los dos huevos, los cuales deben estar a temperatura ambiente. Batimos estos dos ingredientes (preferiblemente con una batidora eléctrica) hasta conseguir una mezcla homogénea. Agregamos las gotas de la pasta de vainilla y volvemos a batir hasta que se haya integrado. Añadimos el coco junto con las almendras y las nueces troceadas y batimos a velocidad baja hasta que se mezclen bien. Repartimos la masa en las cápsulas y horneamos con la bandeja a media altura durante 15-20 minutos, hasta que se vean doraditas. Dejamos enfriar en el molde durante 5 minutos, y luego pasamos las sultanas a una rejilla hasta que se enfríen completamente.
Con Thermomix
Precalentamos el horno a 180ºC. Colocamos las cápsulas de papel en la bandeja de horno especial para muffins. Ponemos en el vaso de la Thermomix las almendras y las nueces y troceamos programando 15 seg/vel 5. Retiramos los trozos del vaso y reservamos. Sin necesidad de limpiarlo, ponemos en el vaso el azúcar tamizada y los huevos, los cuales deben estar a temperatura ambiente, y programamos 3 min/vel 4. Al llegar al los 2 minutos batiendo, agregamos a través del bocal las gotas de la pasta de vainilla, dejando que la Thermomix siga batiendo hasta completar el tiempo programado. Añadimos el coco, las almendras y las nueces troceadas y programamos 10 seg/vel 4. Repartimos la masa en las cápsulas y horneamos siguiendo las mismas indicaciones que en el modo de elaboración tradicional.
Una vez que las sultanas de coco se enfriaron, las guardé en su caja preparada para aguantar el trayecto hasta su destino, el Sendero de los Llanos del Berral, a través del cual llegamos al mirador desde donde se divisaba a lo lejos, en lo alto de una colina, el Castillo de Aznalmara.
Después de disfrutar este precioso paseo, las sultanas de coco, junto con un café con leche bien calentito, pusieron la guinda del pastel!
Me encantan estos dulces. Seguro que tu despiste sirvió para mejorarlos. Besos
Muchas gracias por el comentario! A mí también me encantan!
Besos dulces,
Débora
Qué envidia me ha dado tu día en la sierra con tu padre! Y qué experiencia para atesorar. Creo que me he emocionado un poco (qué exagerada soy, eh?).
Las sultanas increíbles, pero eso ya lo sabes.
Un beso, guapetona :*
PD No sé por qué, pero no me salen tus post en el feed del reader de WordPress, así que a veces me despisto (pero gracias a Facebook te vuelvo a encontrar). Le he dado a unfollow para darle al follow otra vez a ver si así funciona.
Rosa, tus comentarios siempre me alegran el día! 😊 Espero que se haya arreglado lo del reader. Para mí, a veces internet, es un misterio.
Besos,
Débora
Qué receta tan rica¡ y qué paseo más completo . Me encanta el post ….. Besos mil !
Gracias Geno! Qué bien lo pasamos!
Besos,
Débora
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